El 5 de abril de 1956 la Biblioteca Central de la Ciudad Universitaria abrió sus puertas y puso en servicio sus colecciones para apoyar las labores de una comunidad de estudiantes, docentes e investigadores, que abandonaba los edificios del centro de la Ciudad de México, donde había trabajado durante cerca de 50 años, para trasladarse al sur, en una nueva etapa de vida de la institución de educación superior más importante del país, la Universidad Nacional Autónoma de México.

De esta manera se completó un ciclo de trabajo que se inició en 1943 con la elección de terrenos en el Pedregal de San Ángel, y la publicación de la Ley de Fundación de la Ciudad Universitaria; y más tarde con el Decreto de Expropiación de 1946, mediante el cual una superficie de seis millones de metros cuadrados pasó a ser propiedad de la Universidad.

En el año de 1948 el arquitecto y pintor Juan O'Gorman fue invitado para que proyectara, con los arquitectos Gustavo Saavedra y Juan Martínez de Velasco, el edificio de la Biblioteca Central, al que se había concedido una posición preponderante en el Plano de Conjunto de la Ciudad Universitaria.

El programa constructivo se basó en estudios hechos por el Mtro. José María Luján del funcionamiento de las principales bibliotecas universitarias del mundo, y a partir de ello se creó un edificio, dentro de las corrientes funcionalistas dominantes en esos años, destinado a almacenar un millón de libros; en él destaca una serie de elementos distribuidos en dos volúmenes: uno desarrollado en sentido horizontal, y el otro, superpuesto, en sentido vertical.

La mejor imagen de Juan O'Gorman, el creador de la Biblioteca Central, es su autorretrato fechado en 1950, quizá la obra más original e imaginativa de la pintura mexicana de la primera mitad del siglo XX.

Juan O'Gorman nació en Coyoacán, Distrito Federal, el 6 de julio de 1905. Estudió la carrera de arquitectura en la Universidad Nacional Autónoma de México; aprendió pintura con su padre el ingeniero de origen irlandés Cecil O'Gorman. Uno de sus primeros trabajos de pintura mural fue la decoración, en 1925, de tres pulquerías.

Juan O'Gorman dejó el testimonio de su creación más importante, la Biblioteca Central de la Ciudad Universitaria, estas son sus palabras:

“Desde el principio, tuve la idea de hacer mosaicos de piedras de colores en los muros ciegos de los acervos, con la técnica que ya tenía bien experimentada. Con estos mosaicos la biblioteca sería diferente al resto de los edificios de la Ciudad Universitaria, y con esto se le dio carácter mexicano.

Cuando traté el asunto con el arquitecto Carlos Lazo (gerente de construcción del proyecto de la Ciudad Universitaria) se entusiasmó con la idea del recubrimiento de mosaicos de colores y me pidió que hiciera un proyecto. Dediqué dos días y sus noches casi sin dormir y comer, haciendo los primeros croquis, para tener las ideas someras de este mosaico enorme que debería recubrir los cuatro lados de la torre de acervos del edificio, que ya se había comenzado a construir y se terminaría aproximadamente en 1950.

Respecto a la técnica utilizada para realizar tan sorprendente trabajo, señala el artista:

“Por lo demás, la técnica con la que se logró cubrir cuatro mil metros cuadrados es muy importante, pues gracias a ella este gran mosaico se ha conservado intacto sin necesitar por lo tanto la más mínima intervención restauradora”.

Continúa el texto de Juan O'Gorman:

“Ordenamos hacer en una de las bodegas de materiales de la Ciudad Universitaria, un gran tablero vertical de madera sobre el cual se hicieron las plantillas, o sea el dibujo al tamaño natural de los mosaicos. Decidimos hacer lozas precoladas de un metro cuadrado, que podrían ser más o menos manuables para su colocación en el muro.

El lado norte contiene la mayor cantidad de motivos ornamentales: próxima a la entrada de usuarios, está una monumental fuente de piedra volcánica, con una estilizada representación de Tláloc, el dios del agua de la cultura prehispánica. En el cuerpo del edificio, en los niveles correspondientes a las áreas administrativas y de servicios, se observan tres franjas de murales que alternan con vidrieras. La primera de ellas contiene, figuras de caracoles marinos y círculos, que en la iconografía prehispánica se denominan “chalchihuites” o piedras preciosas; la segunda franja tiene como motivos ornamentales peces y signos calendáricos; la tercera, de mayores dimensiones que las anteriores, presenta dos enormes serpientes a los lados de un signo calendárico de fuego y agua. A partir del siguiente nivel se despliega el gran cubo, que es la parte correspondiente al acervo, y donde se concentraron los esfuerzos artísticos de Juan O'Gorman.

Esta pared está marcada formalmente por la distribución de figuras a partir de una faja o columna de motivos centrales, y de dos grandes discos a los lados; propone una visión del mundo europeo en conjunción con el indígena, y desarrolla el esquema del mundo colonial novohispano. Presenta los fundamentos del pensamiento español en ese tiempo, marcados por la contradicción entre Dios y Demonio, entre la religiosidad y la mundanidad, como bases de la cultura.

El átomo en el centro de la nueva cosmovisión, aparece como el principio generador de la energía vital de los vegetales, las aves, los peces, los reptiles y el hombre, y de la energía potencial de los minerales.

En la parte superior del mural aparece nuevamente la dualidad eterna, el sol y la luna, sólo que aquí su única correspondencia simbólica es con la vida y con la muerte.

En la parte central, por encima del paisaje del Valle de México, domina la composición el escudo de la Universidad Nacional Autónoma de México, creado en 1921 durante el rectorado de José Vasconcelos. Arriba y a la izquierda, en las páginas de un libro abierto, aparecen las iniciales de la Biblioteca Nacional y en el lado derecho, a la misma altura, están en un pergamino las de la Hemeroteca Nacional. A este respecto vale la pena mencionar que en algún momento se propuso trasladar las colecciones de la Biblioteca y la Hemeroteca Nacionales, que se encontraban en edificios del centro de la Ciudad, a esta enorme construcción; sin embargo una serie de cuestionamientos impidió el traslado, de ahí la presencia de dichas iniciales en este lado del mural.

Biblioteca Central

 

 

 

Dirección: Edificio de la Biblioteca Central
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Horario de servicio: Lunes a domingo y días festivos, de 8:30 a 21:30 horas.
Excepto en periodos vacacionales administrativos de la UNAM.


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